En el marco de los festejos por el segundo aniversario desde el inicio de sus actividades, el Hogar El Samaritano de la ciudad de Necochea llevó adelante una celebración en la que se impuso el nombre del padre Francisco Ardanaz a uno de sus salones.

El sacerdote, hermano de monseñor Alfredo Ardanaz -que fue el propulsor de la obra- fue quien continuó dándole impulso mientras desempeñó su ministerio sacerdotal en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Pompeya, de esa localidad.

Monseñor Ernesto Giobando tuvo a cargo la bendición del salón, mientras que la presidente de la Comisión del Hogar, Cecilia Gamboa, lo acompañó en el descubrimiento de la placa alusiva.

Por su parte, el cura párroco, padre Fernando Mendoza, leyó una oración y acompañó al Administrador Apostólico a recorrer las instalaciones rociándolas con agua bendita.

Gamboa dirigió unas palabras a los presentes en las que agradeció a Dios y a todos los que hicieron posible que luego de 22 años de trabajo haya sido posible la inauguración del lugar en 2022, destacando la generosidad del matrimonio Peralta, que donó el terreno donde hoy se erige la sede.

Cabe destacar que el lugar aloja en la actualidad a más de cuarenta talleres que tienen como eje la inclusión y la participación de personas de la tercera edad.

Los mismos abarcan distintas actividades tales como memoria cognitiva, crochet, tejido, bordado, pintura artística, armado de muñecos, ajedrez, lengua de señas, canto, entre otros.

Asimismo hay espacios de espiritualidad tales como el taller “Con Jesús al caer la tarde” o el de Pastoral del Duelo, dictado por las Hermanas Canossianas.

Como cierre del acto, los tres talleres de canto, dirigidos por Lorenzo Gamboa, interpretaron «Cristo de arena» de Barrionuevo y Lobato.

Finalmente, los presentes participaron de un ágape fraterno en el que monseñor Giobando dialogó con los alumnos de los talleres del hogar, integrantes históricos y actuales de la comisión y un gran marco de familiares y amigos que acompañaron la jornada celebrativa.