Domingo 17º Durante el Año Ciclo A – 30 de julio de 2023
Primera lectura: 1Rey 3,5-6a.7-12 | Salmo: Sal 118,57.72.76-77.127-130 | Segunda lectura: Rom 8,28-30 | Evangelio: Mt 13,44-52 (o bien, más breve: Mt 13,44-46)
Seguimos transitando el capítulo 13 del Evangelio según San Mateo: las parábolas del Reino. En la versión breve, que hoy proponemos, se comparten en tres versículos dos parábolas propias de San Mateo. Son cortas y contundentes. A la luz de las mismas y de la primera lectura, sugiero tres puntos para la meditación sintetizados en tres palabras: INVERSIONES, DESCUBRIMIENTO, PÍDEME.
- INVERSIONES que valen la pena
- La decisión que brota de un DESCUBRIMIENTO
- “El Señor le dijo: PÍDEME lo que quieras…”
- INVERSIONES que valen la pena
Ambas parábolas juegan con la capacidad de INVERSIÓN. Se apuesta a INVERTIR para conservar el tesoro y la perla. ¿Estoy o no estoy INVIRTIENDO en el Reino? Así como INVERTIMOS en las realidades temporales cuidando y acrecentando nuestros muchos o poco bienes, también, y por sobre todas las cosas se nos impele INVERTIR en el Reino de los Cielos. Somos invitados a INVERTIR en las cosas de Dios: en su presencia en nuestras vidas, en su Palabra, en su propuesta de vivir justamente los valores del Reino. Valores del Reino que nos desafían en la verdad, la justicia, la auténtica religiosidad, el perdón, la misericordia, el compromiso, el diálogo…
¿Estoy o no estoy INVIRTIENDO en el Reino de los Cielos? ¿En qué medida…? ¿De qué forma? ¿Qué tipo de «INVERSIONES» ocupan mi vida cotidiana y mi tiempo habitual? ¿INVIERTO en Dios, en la familia, en los amigos, en el servicio…?
2. La decisión que brota de un DESCUBRIMIENTO
Tanto el tesoro como la perla valen la pena, entonces se invierte todo lo que se tiene para poder ganarlos. La inversión brota de un DESCUBRIMIENTO, de un hallazgo, que en el caso del tesoro se señala incluso la gran alegría del que lo encuentra. Algunas veces vivimos nuestra fe cristiana como una carga, como un peso… los mismos valores del Reino, que objetivamente son exigentes, son experimentados así. Hoy estamos invitados a REDESCUBRIRLOS como algo realmente valioso y que nos llena de la alegría. Mirar nuestra vida e historia y captar la importancia del DESCUBRIMIENTO o REDESCUBRIMIENTO de nuestra fe. Así no nos quedaremos parados y seguiremos dejándonos sorprender por Dios cada día al hallar y DESCUBRIR cuántas cosas buenas Él tiene siempre para nosotros.
¿DESCUBRO mi vivencia de la fe como un verdadero tesoro… como una perla fina? ¿Me lleno de alegría por ser invitado a participar del Reino de los Cielos? ¿Tomo decisiones a la luz de la riqueza de DESCUBRIR cada día la presencia paterna de Dios? ¿Dejo que el DESCUBRIMIENTO constante de la grandeza y bondad de Dios guíe mi vida y mis respuestas y decisiones concretas? ¿Estoy feliz y orgulloso de mi fe cristiana católica?
3. “El Señor le dijo: PÍDEME lo que quieras…”
Por último, relacionado con el Reino de los Cielos, creo que podríamos identificarnos con Salomón en la primera lectura. Si Dios hoy me dijera: Gabriel, PEDIME lo que quieras… ¿Qué respondería…? Salomón, verdaderamente sabio, va a responder: “concede… un corazón comprensivo [literalmente «que escuche»], para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal”. Todos nosotros tendríamos una larga lista para darle al Señor si nos hiciera directamente esta pregunta. Qué bueno que aprendamos de Salomón y le PIDAMOS lo mismo que él. Si eso PEDIMOS y así nos disponemos, estaremos seguros en el camino del Reino de los Cielos. PIDÁMOSLE juntos al Señor que nos dé un corazón compresivo y capaz de escuchar en la vida de familia, en la Iglesia, en los ambientes y en la realidad de la Patria.
En mi oración cotidiana: ¿Qué le PIDO habitualmente a Dios? Si estuviera en la situación de Salomón: ¿Qué le PEDIRÍA hoy al Señor? De las PETICIONES propias de la oración del Padrenuestro: ¿Cuál me resulta más significativa hoy?, ¿por qué? ¿Sólo me quedo en oraciones de PETICIÓN o también busco otros caminos para orar con Dios?
+Mons. Gabriel Mestre
Obispo de Mar del Plata
Argentina
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