Mensaje del padre obispo Gabriel Mestre a los catequistas de la Diócesis de Mar del Plata
Queridos catequistas:
¡Muy feliz y fecundo día con la alegría de ser servidores de una catequesis renovada!
Desde el Secretariado de Catequesis me han propuesto este hermoso lema para celebrar el día del catequista 2022: Audaces para que en Jesús todos tengan Vida.
En cuatro palabras de este lema podemos definir la bella vocación de ustedes, queridos catequistas: audaces, Jesús, todos, Vida.
Audaces. Profunda actitud que han cultivado siempre y, de manera particular y con creatividad, en el tiempo duro de la pandemia. Audacia que se expresa en la pasión, en el ardor interior y en la valentía para poder servir a todos y cada uno de los catecúmenos.
¡Gracias por la audacia y la alegría en el ejercicio de la vocación de ser catequistas en la comunidad cristiana!
Jesús. El centro de nuestra fe trinitaria. Es obvio, pero no por eso hay que dejar de recordarlo siempre. El catequista mira a Jesús y en Jesús encuentra el sentido a su vida y a su vocación. ¡Gracias queridos catequistas por abrir el corazón a Jesús para que Él los transforme y les de la gracia para ser gozosos testigos del Evangelio!
Todos. La entrega del catequista es para todos. Para que cada persona, cada familia y cada ámbito queden impregnados de la presencia del Señor. Nadie queda excluido, ni fuera de la misericordia de Dios como constantemente nos recuerda el querido Papa Francisco.
¡Gracias queridos catequistas por invitar e integrar a todos en la fiesta de la fe trinitaria!
Vida. A la centralidad de Jesús, se corresponde poder recibir la Vida que Él es y que Él nos trae. Ante las situaciones de dolor y dificultad que, por diversos motivos, experimentan tantas personas en nuestros entornos, el catequista tiene el desafío de comunicar la Vida que orienta y da sentido. ¡Gracias por estar al servicio de la Vida queridos catequistas, permeando
la realidad cotidiana con la presencia feliz del Dios de la Vida!
¡Audaces para que en Jesús todos tengan Vida!
Este lema se hace particularmente significativo en estos días que acabamos de concluir nuestras sesiones sinodales, para una evangelización renovada y una catequesis renovada.
Queridos catequistas, este lema, tendrá que animar particularmente los próximos meses para que podamos dar los pasos necesarios a la luz de lo que hemos discernido y propuesto en el Aula Sinodal. Por eso le pido a la Virgen Madre y a San Pío X intercedan por todos nosotros.
¡En la alegría de la fe con mi afecto de padre, hermano y amigo!
+Mons. Gabriel Mestre
Obispo de Mar del Plata
Argentina
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