El domingo 28 de julio se celebrará la IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores. El tema elegido por el Santo Padre, “En la vejez no me abandones” (cf. Sal 71,9), pretende subrayar cómo la soledad es, lamentablemente, la amarga compañera en la vida de tantos mayores que, a menudo, son víctimas de la cultura del descarte.

En el año de preparación al Jubileo, que el Santo Padre ha querido dedicar a la oración, el tema de la Jornada está tomado del Salmo 71, la invocación de un anciano que relata su historia de amistad con Dios.

Al valorizar los carismas de los abuelos y de los mayores y su contribución a la vida de la Iglesia, la celebración de la Jornada quiere fomentar el compromiso de toda la comunidad eclesial en la construcción de vínculos entre generaciones y en la lucha contra la soledad, conscientes de que – como afirma la Escritura – “No conviene que el hombre esté solo” (Gén 2,18).

Actividades y celebraciones en la diócesis de Mar del Plata

En nuestra diócesis de Mar del Plata, la Parroquia Santa Ana, ubicada en la calle Ituzaingó 5050 de la ciudad de Mar del Plata, será la sede local de las celebraciones, dado que la fecha prevista para esta Jornada Mundial gira en torno a la festividad de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Bienaventurada Virgen María y abuelos de nuestro Señor Jesucristo.

El sábado 27 la comunidad de Santa Ana invita a los abuelos a compartir la tarde a partir de las 14 horas. Se servirá chocolate caliente y habrá juegos y números musicales, además de varias sorpresas más. 

Asimismo, el domingo 28 a las 11 horas, el administrador apostólico, monseñor Ernesto Giobando sj., presidirá en ese templo parroquial la Santa Misa, en la que se podrá recibir la indulgencia plenaria, sujeta a las condiciones habituales que la Iglesia propone para concederla: confesión sacramental, recepción de la Eucaristía y una oración por las intenciones del Santo Padre. La indulgencia plenaria ofrece la remisión de la pena temporal debida a los pecados ya perdonados, que puede aplicarse a uno mismo o a las almas del Purgatorio.

Cabe destacar que la indulgencia se concede también a los fieles que el 28 de julio «dediquen un tiempo adecuado a visitar a los hermanos mayores necesitados o en dificultades (como pueden ser los enfermos, gente sola, discapacitados)», tal como lo expresa el decreto emitido por la Penitenciaría Apostólica y aprobado por el Papa Francisco, que se publicó el pasado 18 de julio.