Misa por la beatificación de Eduardo Pironio. Reunión con los miembros de la Vida Consagrada y el clero diocesano. Reliquia de Pironio para la Diócesis. Legado y testimonios.

El homenaje central fue una Misa que se realizó en la Catedral de Mar del Plata y estuvo encabezada por el cardenal español Fernando Vérgez Álzaga, enviado especial del papa Francisco. Pidieron que se comience “el camino del milagro de la canonización” del exobispo de la ciudad.

Misa

El flamante beato cardenal Eduardo Francisco Pironio fue homenajeado este martes por los fieles y sacerdotes de la Diócesis de Mar del Plata con una misa de acción de gracias celebrada por el cardenal español Fernando Vérgez Álzaga, enviado especial del papa Francisco para la ocasión.

La ceremonia principal de beatificación se concretó el sábado pasado en la Basílica de Luján.

En la oportunidad, los celebrantes agradecieron y pidieron para que comience “el camino del milagro de la canonización” de Pironio, que fue el obispo de Mar del Plata entre 1972 y 1975, y ayer estuvo presente desde un gran retrato instalado en el altar mayor. También se entregó una “reliquia de la faja” utilizada por el cardenal.

La emotiva reverencia cristiana se realizó en un templo colmado, con la presencia de fieles y sacerdotes locales; el administrador de la diócesis local, el padre Luis Albóniga; y los obispos de Chascomús, Carlos Malfa; de Bahía Blanca, Carlos Azpiroz; y de 9 de Julio, Ariel Torrado Mosconi.

En las primeras filas estuvieron el intendente municipal, Guillermo Montenegro y su esposa Eugenia; la titular del Concejo Deliberante, Marina Sánchez Herrero; el juez Alejandro Tazza y su esposa Macarena; el exmagistrado Pedro Federico Hooft; el empresario Florencio Aldrey, a cargo de la entrega de las ofrendas para la ceremonia de la Eucaristía; y el titular de la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP), Blas Taladrid. También estuvo la excandidata a intendenta, Fernanda Raverta; y los concejales Ariel Ciano, Miguel Guglielmotti, Diego García, Daniel Dibártolo y Mariana Cuesta.

Emoción y reliquia

Después de la lectura de la Carta Apostólica enviada por el papa Francisco “oficializando” la beatificación, se mostró y explicó la génesis de la reliquia con la faja de Pironio. Además, frente a su retrato, el “niño del milagro”, Juan Pablo Franco fue saludado por el cardenal español.

Homilia

En la homilía, el cardenal Fernando Vérgez Álzaga agradeció la presencia de todos y se dirigió a la “iglesia de la Pascua”, tomando las palabras del nuevo beato cuando iniciaba su ministerio episcopal.

“Que el Dios de la esperanza los llene de alegría y de paz en la fe, para que la esperanza sobreabunde en ustedes por obra del Espíritu Santo”, añadió también replicando las palabras de Pironio.

El cardenal español expresó luego su “alegría” por la beatificación e instó a alegrarse “por tener en el cielo a un hijo de esta tierra argentina y de contar con un nuevo intercesor ante Dios”.

“Paz, alegría, esperanza -añadió-. Es mi saludo y mi oración. Paz verdadera que supone la justicia, alegría imperturbable que supone la fecundidad del amor y esperanza firme y creadora, que supone seguridad y compromiso”

Luego, el cardenal Vérgez Álzaga reflexionó y compartió frases del flamante beato, como la que pone sobre relieve “cómo el cristiano es una persona que vive para los demás, que se identifica con las dificultades de sus hermanos y nunca les abandona ni los deja solos”.

Asimismo, recordó: “Estar presente significa vivir al lado de los demás con la mirada puesta en Cristo. Significa transmitir a los que sufren y a los que están en tribulación la certeza de que el amor de Dios es infinito”.

Y añadió: “Ser presencia es para el nuevo beato una misión, es hacerse todo a todos con espíritu evangélico y nunca pasar al lado de alguien con indiferencia y cerrazón”.

Finalmente, aseguró: “El cardenal Pironio, además de invitarnos a vivir el Evangelio junto al prójimo, miraba a la realidad más amplia que es la Iglesia, que se adapta para anunciar el Evangelio en un mundo cambiante, ciertamente con tensiones e impulsos que forman parte de su historia”.

LEER HOMILIA COMPLETA

El milagro

La beatificación del cardenal Eduardo Francisco Pironio fue aprobada por el papa Francisco el 8 de noviembre pasado. También fue respaldada por el decreto de la Congregación para las Causas de los Santos, reconociendo así el milagro atribuido al exobispo local.

El mismo fue la curación sin explicación científica de Juan Manuel Franco, un bebé marplatense que en 2006 salió de un coma profundo después de que sus padres rezaran a la figura de Pironio.

Ayer, Juan Manuel estuvo junto a su familia en la celebración religiosa y fue saludado, en el altar frente al retrato del flamante beato, por el cardenal Fernando Vérgez Álzaga.

Reuniones y testimonios.

Durante la jornada de ayer el Cardenal mantuvo dos encuentros cargados de testimonios y vivencias en torno a la vida de Pironio en la Diocesis, el Celam y en Roma.

Mons Vérgez expuso algunas experiencias personales como secretario del Cardenal Pironio y luego los miembros del clero y los consagrados reunidos en el carmelo tambien dieron a conocer el legado de Pirono en la vida personal y comunitaria.