Este lunes 10 de Febrero a las 9:00 se celebró el 151 aniversario de la Ciudad.
El acto, al pie del monumento a Patricio Peralta Ramos, fundador de Mar del Plata, estuvo encabezado por el Intendente Guillermo Montenegro.
En esta oportunidad, el Administrador Apostólico de la Diócesis de Mar del Plata Monseñor Ernesto Giobando SJ en su invocación religiosa dejaba el siguiente mensaje:
Oración por el 151 aniversario de la ciudad de Mar del Plata
Padre nuestro, Padre de todos elevamos nuestro espíritu en tu presencia y te damos gracias por tu inmenso amor y providencia. Tan inmenso es tu amor como este mar que riega nuestras costas y playas.
Te damos gracias por estos 151 años de vida de nuestra ciudad de Mar del Plata, aquel proyecto de los fundadores hoy lo vemos plasmado en una ciudad pujante, trabajadora y abierta a millones de turistas que vienen a descansar.
Es la Ciudad Feliz, pero también tenemos desafíos que superar y para eso nos dejas las enseñanzas de tu Hijo: tenemos el desafío de la fraternidad, queremos ser hermanos, dónde prevalezca el diálogo y el respeto mutuo. Queremos ser constructores de paz y de una justicia largamente esperada, ¡no a la violencia sí a la paz!
Padre nuestro nos regalas este Año Santo de la Esperanza, hacemos memoria del Beato Pironio, el profeta de la Esperanza que nos invita a ser solidarios en esa esperanza que no defrauda y que es el ancla de nuestras vidas.
Padre nuestro danos la gracia que allí donde otros ven oscuridad llevemos tu luz, dónde otros agreden demos tu paz, dónde otros son violentos llevemos la mansedumbre de tu Corazón, donde otros pasan de largo ante el sufrimiento nos detengamos para dar una mano, levantando al caído, dando alegría al triste que ya perdió las ganas de vivir.
Padre nuestro, que podamos construir una Mar del Plata donde nadie quede afuera y así realizar el sueño de aquellos fundadores, que llegaron a estas costas con una inmensa fe y con un corazón lleno de sueños. Que seamos responsables y solidarios y que cada uno de nosotros cumpla con su rol, construyendo el bien común de nuestra ciudad y de nuestro país.
Rezamos juntos:
Padre nuestro.


